Las cuencas hidrográficas y las concesiones mineras en el Perú

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CooperAcción

El Perú es uno de los 20 países más ricos del mundo en agua dulce. Sin embargo, este recurso se encuentra distribuido naturalmente de manera muy desigual en el territorio y no se ubica necesariamente en los lugares donde existe una mayor demanda.

En la actualidad, se reconoce internacionalmente que la cuenca constituye una unidad de gestión básica de los recursos hídricos, siendo la unidad territorial preferente desde el enfoque de la gestión integrada de recursos hídricos.

La unidad de gestión por cuencas posee un fundamento natural, al ser las principales formas terrestres dentro del ciclo hidrológico que captan y concentran la oferta del agua que proviene de las precipitaciones. Además, en su ámbito se produce la interrelación e interdependencia entre los sistemas físicos y bióticos, y el sistema socioeconómico, formado por los usuarios de las cuencas[1].

Como se sabe, el agua es un elemento de la naturaleza, integrante de los ecosistemas naturales, fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta ya que constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible. Por ese motivo cada 22 de marzo se celebra a nivel mundial el Día Mundial del Agua.

El territorio peruano está organizado, desde un enfoque de gestión integrada de los recursos hídricos, en 3 grandes vertientes hidrográficas: Amazonas, Pacífico y del Titicaca, y cada una de ellas está conformada por cuencas hidrográficas e intercuencas, con un total de 159 y 70 unidades, respectivamente, su distribución es la siguiente:

Amazonas: 84 cuencas

Pacífico: 62 cuencas y 65 intercuencas

Titicaca: 13 cuencas y 70 intercuencas

El Perú es uno de los 20 países más ricos del mundo en agua dulce. Sin embargo, este recurso se encuentra distribuido naturalmente de manera muy desigual en el territorio y no se ubica necesariamente en los lugares donde existe una mayor demanda. Nuestra costa peruana concentra el 65% de la población[2], pero solo cuenta con el 2.18% de la disponibilidad del agua que se produce, siendo Lima la ciudad más vulnerable: la segunda capital en el mundo asentada en un desierto y solo llueve 9 milímetros al año.

Por otro lado existen en el territorio nacional, y en relación a las vertientes y las cuencas, algunos riesgos para estas importantes zonas donde se preserva el agua. Según el geoportal “Geografías en conflictos” de CooperAcción, vastos territorios de las 3 vertientes principales de nuestro país presentan concesiones mineras, como se puede apreciar en el mapa.

Asimismo, las cuencas hidrográficas cumplen importantes servicios como el abastecimiento de agua dulce, la protección de poblaciones ante peligros naturales, el suministro de energía, la regulación del flujo de agua, entre otras.

Es por eso que resulta de vital importancia conocer la naturaleza de las cuencas e intercuencas de nuestro país, así como sus aportes al equilibrio de los ecosistemas y su importancia en el abastecimiento de agua para la población, que se pueden ver más afectados por las expansión de las concesiones mineras que se realizan sobre estos territorios.

[1]Diccionario de Geografía
[2]Inei 2017