¿Cabildeo • Qué dejó la explotación de gas en las zonas productoras? » SOLO FUERON DE PASO»

¿Cabildeo • Qué dejó la explotación de gas en las zonas productoras? » SOLO FUERON DE PASO» 1024 582 RLIE

Por: Marcela Losantos y Sandra Sánchez.-

  • Cerca de 35% es el aporte del sector extractivo a los ingresos fiscales del país.
  • El presupuesto de Tarija depende en 74% de la exportación de gas, pero la distribución es desigual.
  • Pese a la proximidad de un megacampo, en Palos Blancos, el empleo ha sido temporal, se desplazó la actividad agropecuaria, se cambiaron modos de vida y se incrementó la violencia contra la mujer.

Más de una tercera parte de los ingresos fiscales que sostienen al país se generan por la explotación de los hidrocarburos. En el caso de las poblaciones más cercanas a los megacampos, como la comunidad de Palos Blancos, en el municipio de Entre Ríos de Tarija, los beneficios económicos fueron momentáneos; lo que perdura son los impactos sociales y ambientales.

A casi 15 años de actividad extractiva en la región, las mujeres de Palos Blancos perciben una alta dependencia del empleo de corto plazo, oportunidades de trabajo prioritariamente masculino, distorsión de la economía local, abandono de la actividad agropecuaria, impactos ambientales, imposición de la actividad extractiva sobre la planificación territorial, además de la naturalización de las desigualdades entre hombres y mujeres, y el incremento de múltiples violencias contra la mujer.

Estas conclusiones son el resultado del estudio Mujeres e Hidrocarburos, realizado por Fundación Jubileo junto con el Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento y el Centro de Investigaciones en Ciencias Sociales y Empresariales de Tarija de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, integrantes del Observatorio de la Deuda Social en Bolivia.

Con base en una metodología de investigación y de testimonios de la población que habita en la comunidad de Palos Blancos, muy próxima al Campo Margarita, se establece la ausencia del Estado y la necesidad de impulsar un debate sobre la compleja problemática social debido a la alteración de la forma de vida de comunidades cercanas donde se implementan proyectos extractivos de recursos naturales. Al mismo tiempo, pretende contribuir a la elaboración de políticas públicas para atender esta situación de un modo más certero.

La frase que da el título a la investigación “Solo fue de paso”, reiterada por las mujeres de la región, evoca una suerte de lamento por lo efímero y pasajero de los beneficios obtenidos por la actividad extractiva; pero, al mismo tiempo, advierte que se perdió una oportunidad.

El peso de los hidrocarburos

En Bolivia, por su condición de productor de materias primas (minerales e hidrocarburos), el debate sobre la explotación de los recursos naturales no renovables se ha centrado en aspectos como la propiedad, administración y fundamentalmente la captura de renta para el Estado; y, de forma reciente, se ha abierto el debate sobre la problemática ambiental. Sin embargo, los impactos sociales que se generan por la explotación de minerales e hidrocarburos no han sido visibilizados en su totalidad, omitiendo la discusión sobre la problemática que viven las comunidades aledañas a proyectos extractivos.

La actividad hidrocarburífera comenzó en Bolivia el siglo pasado, por el año 1920, con la exploración en Bermejo y la posterior explotación del petróleo, fundamentalmente. Fue a mediados de los años 90 cuando se inició el boom del gas natural, convirtiéndose éste en el principal hidrocarburo explotado.

Los departamentos productores de hidrocarburos son cuatro: Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca y Cochabamba; en el primero se concentra el 60% de la producción hidrocarburífera boliviana que proviene principalmente del campo Margarita-Huacaya, Sábalo y San Alberto.

En el estudio se identifican tres características que marcaron al sector hidrocarburos en Bolivia y Tarija, durante los últimos 15 años:

El campo Margarita en Entre Ríos

El Campo Margarita se encuentra ubicado en la provincia O’Connor, dentro del municipio de Entre Ríos, y forma parte del Bloque Caipipendi. Fue descubierto el año 1998 e inició su producción el año 2004.

Actualmente, si bien YPFB ejerce la propiedad de los yacimientos y de la producción, las empresas petroleras encargadas de la exploración y explotación del Bloque Caipendi son: Repsol YPF E&P Bolivia, Shell Bolivia y Panamerican Energy E&P Bolivia.

Entre los hitos importantes de este proyecto hidrocaburífero se destacan:

– Durante el 2007, la perforación de los pozos Margarita 4 y Huacaya X1

– Construcción de la planta de procesamiento, el 2010.

– Ampliación de la planta de tratamiento, el 2013.

Estos importantes momentos destacan por los cuantiosos montos de inversión, la contratación de empresas de servicios y el innegable efecto económico que ocasionaron en poblaciones aledañas. Sin embargo, una vez que estas perforaciones y construcciones concluyeron, la actividad hidrocarburífera volvió a ser intensiva en capital, pero no en mano de obra.

Por su parte, la comunidad de Palos Blancos, capital del cantón Chimeo del municipio de Entre Ríos, es aledaña al campo. La comunidad de Palos Blancos está situada justo en el punto de intersección de la carretera principal que conecta la ciudad capital de Tarija con las ciudades intermedias de Yacuiba y Villamontes, lo que le otorga un lugar geopolítico estratégico en la región de mayor explotación hidrocarburífera del país.

Acceder a indicadores sociales específicos de la comunidad de Palos Blancos no fue posible, por lo que el análisis se realizó en torno a datos del municipio de Entre Ríos. En líneas generales, sus indicadores se encuentran por debajo del promedio tarijeño, con índices de migración de su población hacia las comunidades de Caraparí, Yacuiba y Villamontes.

El primer paso

A casi 15 años desde que Palos Blancos convive con la industria extractiva, se consideró necesario desarrollar una investigación en este territorio, para conocer el estado de situación a partir de los impactos experimentados por la actividad hidrocarburífera en la zona.

El estudio es el primero en la línea de psicología ambiental, del Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento, producto del Programa de Cooperación Interuniversitaria VLIR-UOS. Esta línea se enfoca en analizar cómo fenómenos ambientales afectan al comportamiento, la organización y la dinámica familiar y la vida de los individuos. Busca también indagar sobre los factores que incrementan el comportamiento proambiental, para contribuir a reducir el cambio climático.

Para Fundación Jubileo y la Universidad Católica Boliviana, este estudio es el primer paso para un debate amplio de políticas públicas, tanto en el nivel nacional como local, con el objeto de fortalecer la presencia del Estado para atender una problemática concreta y presente en un grupo poblacional vulnerable, interpelar a las autoridades locales sobre la distribución y uso de la renta hidrocarburífera que hasta el momento no ha cambiado sustancialmente la vida en las comunidades, e incluir a estas comunidades locales en la planificación y construcción de una visión de desarrollo inclusiva, sostenible y ambientalmente sustentable.

Marcela Losantos, Coordinadora del Instituto de Investigaciones en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Católica Boliviana San Pablo

Sandra Sánchez, Analista en Hidrocarburos, Fundación Jubileo

Agosto 2020

Lea el artículo original: Cabildeo