
Representante del Consejo Internacional de la Iniciativa de Transparencia en la Industria Extractiva
Ana Carolina es Doctora en Ciencia Política de SciencesPo Paris, ha coordinado proyectos de investigación sobre recursos minero-energéticos en la Universidad Externado de Colombia, hizo parte del Comité Nacionalde la Iniciativa deTransparencia de la Industria Extractiva (EITI). Actualmente es miembro del Consejo Internacional de esta iniciativa y es oficial de programa de la oficina de la Fundación Ford para la Región Andina. Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales del Externado, es Magister en Política Comparada y en Desarrollo de Sciences-Po Paris, ha sido también investigadora visitante de Columbia University y de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Con 13 años de experiencia en proyectos de desarrollo e investigación sobre transparencia, participación ciudadana y sector minero-energético. Sus publicaciones abordan la transparencia y participación ciudadana en la industria extractiva, la responsabilidad social de las empresas mineras y petroleras y las políticas públicas y gobernanza del sector. Asimismo, ha trabajado como consultora del PNUD, del BID, del BM, de Transparencia Internacional Colombia y del Instituto para la Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI).
En febrero de 2016 fue elegida como representante de sociedad civil en el Consejo Internacional de EITI, espacio en el que Ana Carolina considera que las organizaciones de la sociedad civil que han promovido la creación del estándar EITI y la inclusión cada vez más amplia de nuevos temas en relación con la transparencia de la industria extractiva han hecho un trabajo admirable. Siguiendo este liderazgo, su compromiso es que EITI pueda ser fortalecido aún más. Por un lado, es importante consolidar la divulgación en torno a los que hoy son requisitos del estándar: transparencia respecto de los pagos; publicación de los títulos y áreas otorgada para la explotación de recursos naturales en los países y sus beneficiarios; información sobre los procesos de contratación y de los contratos mismos firmados entre el Estado y los operadores públicos o privados; detalles sobre el rol de las empresas estatales; y la creación de un registro público que nos permita saber quiénes son los propietarios reales de las empresas del sector, entre otros. Al mismo tiempo es fundamental garantizar el espacio para que las organizaciones de la sociedad civil que participan en EITI puedan incidir en el proceso tal y como lo establece el protocolo de sociedad civil aprobado con este fin, que ya es parte integral del estándar.
Sin embargo, también es indispensable avanzar de forma paralela en mover la frontera del acceso a la información para incluir nuevos temas, no sólo para profundizar la transparencia financiera y fiscal de manera que se pueda entender por qué las empresas pagan lo que pagan, sino para incorporar asuntos que son hoy una demanda sentida de las comunidades que habitan los territorios en donde se extraen los recursos naturales. En particular, la dimensión subnacional y la información socio-ambiental. Para ello, como representante de EITI, Ana Carolina se compromete a trabajar para que haya un mayor conocimiento sobre EITI en la región y, al tiempo que, trasladar e impulsar las agendas, necesidades y demandas de América Latina al Consejo Internacional, en un esfuerzo por «tropicalizar» la iniciativa y darle más sentido para nuestra región.